El Santuario interior: tu refugio mental
Elige un entorno que te calme: bosque, biblioteca, playa. Define tres detalles sensoriales específicos, como el crujido del piso, la luz de tarde y un olor amable. Cuanto más concreto, más fácil será acceder al santuario.
El Santuario interior: tu refugio mental
Diseña una puerta simbólica y una clave respiratoria de tres ciclos. Cada entrada repite el mismo orden: tocar el pomo, inhalar profundo, cruzar. La repetición ritual solidifica el recuerdo y reduce el tiempo de aterrizaje mental.